La semana pasada escribí mi primer post sobre lo que es, o mejor dicho, sobre mis vivencias profesionales con el término «marca personal». Como señalaba en él, estaba iniciando un ejercicio donde se intenta comparar la imagen que yo quiero proyectar y la imagen que los demás ven de mí. El ejercicio está lejos de finalizar, pero ya he recibido varias respuestas y algunas de ellas se repiten con frecuencia, por lo que podrían ser áreas a mejorar en el futuro (ya comenté también que la parte interesante del ejercicio se encuentra en ver que podemos mejorar, y para mí no tanto, en la parte que ya es un aspecto positivo; si bien, es bueno saber que realmente se aprecian ciertas cosas de tu trabajo).
El tema es que varias respuestas hablan de un concepto que para mí resulta ambiguo. es decir… yo no lo veo como algo negativo, pero puede que si esté afectando a mi carrera y parece que el resto del mundo así lo ve: la «falta de ambición». Y ya me he puesto a pensar y a leer sobre ello, siendo sin embargo, algo que no está muy tratado (perdón si me equivoco, el ejercicio de repaso ha sido rápido durante este fin de semana) en los blogs que yo sigo de productividad, recursos humanos, knowmads, coaching…
Así que he pensado aprovechar este artículo para lanzar algunas preguntas al aire a los lectores del blog, a los que estudian el tema y a todo aquel que quiera participar. Yo voy a dar mi opinión, que puede estar perfectamente equivocada y que espero alimentar con todas las opiniones que me hagáis llegar:
1. La ambición… ¿es positiva o negativa?
2. La ambición en la empresa.
3. ¿Los knowmads tienen ambiciones? ¿Como las demuestran?
4. ¿Es la ambición un punto de fricción entre la empresa del SXX y la del SXXI?
Os dejo a continuación con mis pensamientos y mis ideas sobre el tema.
1. La ambición… ¿es positiva o negativa?
Cuando leí la primera respuesta que mencionaba la falta de ambición como aspecto negativo incluso pensé que es cierto, que es una imagen que quiero dar. Y posiblemente esto provenga de una concepción negativa de la palabra ambición. Una acepción que ve en la ambición algo similar a la codicia. Desear algo del vecino o del prójimo; tener ganas de querer crecer a toda costa y sin preocuparte lo que suceda a los demás por el camino. Está claro que si esa es la idea de ambición, yo quiero estar alejado de ella.
Pero sin embargo la ambición también tiene una parte positiva. Pongamos el ejemplo de un tenista. Su ambición es mejorar, y es perfectamente honesto que un tenista ambicione ser el número uno del mundo. Y para ello trabaja y se sacrifica, intentando lograr su objetivo, ganando partidos y torneos uno detrás de otro. ¿Cuando consideraríamos que dicha ambición es negativa? Posiblemente si nos enteramos de que recurre al doping; o cuando en su intento por ser número uno fuera perdiendo la humildad y teniendo conductas feas y antideportivas con sus rivales. Escribiendo esto, pienso en el actual número uno del mundo, Djokovic, y como ha cambiado su actitud en las canchas lo cual ha hecho que sea un número uno más respetado que anteriormente cuando empezaba a despuntar en las canchas.
Realmente, no se puede decir que la palabra «ambición» sea negativa en si misma y es posiblemente las actitudes que le rodean lo que haga que se vaya hacia una versión positiva o negativa.
2. La ambición en la empresa.
Visto que la ambición en si misma no debería tener ese mantra negativo… ¿Como se ve la ambición en el mundo de la empresa? Estaba pensando en la película de Wall Street, la primera, la de Charlie Sheen y Michael Douglas; como definición de la ambición en la empresa. Claramente una ambición negativa para conseguir el éxito. Y actualizada en estos años, El lobo de Wall Street. Nuevamente con alta carga negativa para el término ambición… (¿será que la conclusión de que la ambición no es negativa es falsa?). ¿Se puede ser ambiciosos en la empresa desde el lado positivo?
Por supuesto que sí. Crecer profesionalmente es un deseo lícito y necesario para poder crecer también como persona. Sólo que en el cambio de sociedad, en el cambio del trabajo, la prioridad del crecimiento profesional ha perdido atractivo por esa visión negativa. Lo comentaba un profesor de una escuela de negocios que tuve la suerte de tener como formador. Ellos estaban acostumbrados a tratar con leones de las finanzas, auténticos tiburones con deseos de crecer rápidamente y han visto como sus Masters de Dirección de Empresas y de Finanzas se iban llenando de gente que quiere cursar un MBA para irse a trabajar a una ONG o ayudar a empresas sin ánimo de lucro.
Sin embargo, el crecimiento en la empresa también va ligado al perfil alto o bajo de las personas, ¿no? ¿Existe la creencia de que las personas de perfil bajo no tienen deseos de crecer? ¿Es que las personas de perfil bajo no tienen empuje?
3. La ambición en los knowmads.
Sigo leyendo con interés el libro de #knowmads escrito por Raquel Roca. Y la verdad es que conforme leo más sobre los knowmads (trabajadores del conocimiento o nómadas del conocimiento), más creo (y pienso que tiene que ser una visión equivocada) que un knowmad es de perfil bajo en la mayoría de los casos. Autogestiona su trabajo, toma sus decisiones, se forma por sí mismo, está muy implicado por las personas, cocrea y colabora, piensa en el equipo, se adapta a las situaciones… lo hace y sabe que tiene que hacerlo en esta sociedad actual, en este trabajo del Siglo XXI. ¿Vemos estos comportamientos en un perfil alto? ¿En alguien que cuando hiciera alguna de estas cosas podría rápidamente decir, aquí estoy yo? Y si los knowmads hacen todo esto sin rechistar…¿Significa eso que no tienen ganas de crecer? ¿O estoy yo totalmente equivocado? (que también puede ser).
Me encanta cuando Raquel Roca, resumiendo las características del Knowmad señala en la página 114, «No entiende su trabajo como un trabajo». Ya lo dijo Confucio hace algo más de tiempo… «Busca un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar en toda tu vida». Bueno, parece que por fin esto ha calado en las personas… unos miles de años más tarde… ¿Pero esto implica que no quieren crecer? Me parece que no, aunque si pueda significar que no a cualquier precio.
4. ¿Es la ambición un punto de fricción entre la empresa del SXX y la del SXXI?
Pensemos ahora entonces que sucede cuando en una empresa se juntan las formas de pensamiento del Siglo XX con los Millenials y sus nuevas formas de entender el trabajo. ¿Se puede considerar que alguien que quiere conciliar su vida personal y familiar está renunciando a crecer en la empresa? ¿En la empresa del Siglo XX donde el presencialismo cuenta más que obtener los resultados? ¿En la empresa que valora más las hojas de powerpoint hechas que la colaboración con el resto del equipo o con lo que hace alguien para el crecimiento del equipo en su conjunto? ¿Como se valora el espíritu de colaboración en la productividad de la empresa? ¿La generación de ideas? ¿Qué alguien no pare de formarse por si mismo no es una señal de tener ganas de crecer? ¿No es una muestra de motivación en sí misma?
Ahora toca releer el artículo y ver como ha quedado, porque en parte, semejante chorreo de ideas y preguntas tengo dudas de que tenga sentido en si mismo. Pero como he dicho desde el principio, no he encontrado donde leer sobre esto y me siento confuso. ¿Es positivo tener ambición? Creo que sí mientras no ande «jodiendo al vecino». ¿Se puede mostrar esa ambición siendo un perfil bajo? Ya lo encuentro más dificil de responder. ¿Es complicado para un knowmad crecer profesionalmente en una empresa con comportamientos del Siglo XX?
Gracias por leeros la chapa y gracias por participar en el debate. Necesito que me echéis una mano.