FlowEa, pues ya hemos cambiado de año. Momento de propósitos de los que muchos no cumpliremos (junto con las colecciones de volver al curso en Septiembre y la operación bikini); de iniciar planes para este año que nos recibe y momento para de desear a los que nos rodean lo mejor. Y yo quiero desearos para este 2016 a todos los que me leéis (y a mí mismo) muchos momentos de «flow». Bueno, siendo correcto, lo primero sería mucha salud y luego el «flow» por orden de importancia.

¿Qué es el «flow»?

Y para los que os esteis preguntando que es eso del «flow» y por qué os estoy deseando algo tan raro os lo describo con mi sensación personal. «Flow» es ese estado que se alcanza cuando enfrascado en una tarea, estás en un momento de tan alta concentración y productividad, que cuando te paras un segundo y miras el reloj te das cuenta de que han pasado tres o cuatro horas desde la última vez que respiraste conscientemente. Y te asustas cuando te das cuenta de que se pasó la hora de comer, pero te reconforta ver que en ese rato de «fluir» (que sería la traducción al Español) has conseguido avanzar en ese proyecto más que en los tres últimos días juntos.

Si nos ponemos un poco más «científicos» os diré que el término «Flow» lo acuña Mihály Csikszentmiháyi y se relaciona con la creatividad, el talento y la felicidad. El mismo señala que “El flujo o Estado de Flow es un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto la actividad en sí misma”.


¿Por qué se caracterizan los momentos de «Flow»?


Esos momentos de «Flow» no son tan frecuentes (o por lo menos en mi caso) como me gustaría que lo fuesen, pero cuando llegan son increíblemente maravillosos y te vas a casa con la sensación de que el día ha cundido el doble de lo normal. Y además los momentos de flow suelen tener unas características comunes.

  • Estás haciendo algo que te resulta interesante y estimulante. Para mi, los momentos de productividad extrema, suelen suceder con hojas de excel increíblemente complejas, durante la creación o modificación de cuadros de mando, pero es que cada uno tiene sus perversiones.
  • Sabes cual es el objetivo, tu destino. Vamos que sabes a donde quieres llegar haciendo eso que te ocupa. Lo contrario suele generar momentos increíblemente improductivos.
  • No hay distracciones. Los astros se alinean en ese momento de flow. Tú no te acuerdas de mirar el correo electrónico ni el whatsapp. Pero es que además nadie decide ir a pedirte nada, el teléfono no suena, ni te molestan con ese «tienes un minuto»…
  • El estado de Flow finaliza por sí solo. O por lo menos en mi caso. Suele suceder cuando he completado la tarea o cuando ha pasado un tiempo prudente. Yo he llegado a pegarme cuatro horas buceando en mi excel y alrededor podría haber caído una bomba atómica que ni me habría enterado. Ahhh, y además cuando acaba, sigues tan eufórico por tu avance que ni cansancio, ni hambre, ni sed ni nada de nada.


En mi caso, me doy cuenta de que he estado en un momento de «Flow» porque cuando vuelvo a abrir el correo electrónico se han acumulado varias decenas de e-mails en la bandeja de entrada.

¿Puedo preparar los momentos de Flow?


Pues supongo que sí, pero yo no lo consigo. Supongo que tenemos que ayudar a que los puntos anteriores se cumplan. Si apagamos las notificaciones, nos olvidamos del e-mail, agarramos esa tarea estimulante, pasamos olímpicamente del móvil… si proponemos todas esas condiciones, entonces podremos tener un momento «Flow». Lo que si está claro que podemos espantarlos incumpliendo todo lo anterior… 

Que el «Flow» nos acompañe en 2016.

Supongo que una vez explicado el concepto, estaremos de acuerdo en que todos hemos tenido momentos de «flow» en nuestra vida profesional. Y dado que resultan tan productivos y provechosos sólo puedo desearos (cual Jedi ahora que están de moda otra vez) que el flow os acompañe este 2016