_DSC9723_DxO2 Hace ya un tiempo, recuerdo una conversación que tuve con una compañera de RRHH de la entidad en la que trabajo. Me señalaba que la contratación de nuevas personas se estaba complicando. «La gente ya no está dispuesta a meter horas como metíamos nosotros», me decía… Este comentario me trajo a la memoria el de un profesor de una Escuela de Negocios que me señalaba en un descanso de un programa de formación como sus compañeros, los profesores de la Escuela habían tenido que digerir como había cambiado el perfil de sus clientes (alumnos). «Antes, los que hacían un MBA era leones, ejecutivos como Gordon Gekko (el protagonista de Wall Street que protagonizaba Michael Douglas). Nosotros creábamos tiburones. Pero es que muchos de los que entran a hacer un MBA ahora están estudiando para ayudar a una ONG por cuatro perras«. Y recientemente, en conversaciones con compañeros estas reflexiones pasadas me venían a la cabeza, cuando en algunos almuerzos me señalaban… «Es muy complicado trabajar con un estilo de gestión tan «demodé», esto no es una fábrica, sino que estaría bien que tuviéramos más tiempo para pensar». 

Vivimos en una sociedad sujeta a cambios, en constante evolución (como siempre, por otro lado). Pero además, vivimos en un momento en el que los cambios se producen a gran velocidad. Ha cambiado la tecnología, las personas, la sociedad, las empresas, el trabajo… Todos estos cambios se producen de forma contemporánea y todos los cambios están influenciados por todos. La tecnología cambia a las personas y los procesos de trabajo, lo que cambia la forma de trabajar, lo que cambia los valores de la sociedad, lo que hace que se busquen nuevos avances tecnológicos que respondan a las nuevas necesidades… 

Y todos estos pensamientos me llevan a pensar en los conflictos que se producen cuando en las empresas actuales (y de forma mayor en las grandes empresas) hasta cuatro generaciones de personas pueden estar conviviendo en medio de esta revolución. Esto es lo que señalaba para cerrar el artículo sobre la transformación digital y sobre este tema versarán los próximos artículos (este y uno o dos más, según fluya). Como siempre desde mi propia perspectiva, sesgada muchas veces por mi empleo en una empresa de gran tamaño, pero que aún así puede servir como marco de referencia.

Empezaré con el artículo de hoy, mostrando características de las cuatro generaciones de las que hablo, para lo cual me basaré en fuentes externas, porque yo tampoco soy sociólogo ni soy capaz de analizar estos fenómenos sociales. Y en los próximos artículos me meteré con los cambios que se han producido en las empresas en los últimos años y veremos como los desajustes van a comenzar a salir por sí solos.

Las generaciones que conviven en la empresa.

He estado buscando en varias webs los elementos que caracterizaban a cada una de las generaciones que quería mostrar en el artículo hasta que me he encontrado con esta ilustración de un blog http://turello.com.ar/ que muestra perfectamente los periodos de tiempo a los que nos referimos y se señala una característica que me parece necesaria en este análisis y es su actitud frente a tecnologías. Aquí ya distingue entre los nativos digitales (principios de los 90 más que los de los 80, pero bueno), los inmigrantes digitales y los analógicos

Aquí faltaría por añadir, en mi opinión, una generación poco presente en el trabajo del día a día (si consideramos que la jubilación legal se establece a los 65) pero que aún puede encontrarse en varios órganos de gobierno y Consejos de Administración de las grandes empresas, que sería la «Generación Silenciosa», nacida entre los 1920 y 1940 y por supuesto, analógicos como los «Baby boomers». 

Pero hay muchas cosas, aparte de su actitud frente a la tecnología, que diferencian a estos grupos y que impactan en su relación con el trabajo y en sus formas de trabajar. Agradezco aquí varios artículos que he leído como este de socialydigital o este otro de MabelCajal de los que he tomado muchas de estas características

«Los baby boomers» – la generación de mis padres

  • El trabajo es lo más importante (workaholics). 
  • Acostumbrados a trabajar durante muchos años de su vida en la misma empresa
  • Son comprometidos, fieles a su vida profesional y buenos para crear equipos.
  • Poco arriesgados
  • Valora la productividad y no tolera el ocio (cultura del trabajo)
  • Aprecia los símbolos de status y el crecimiento vertical en un compañía
  • La mujer se incorpora definitivamente al mercado laboral
  • Cambio en el modelo tradicional de familia.
«La Generación X» – la mía y su maldito nombre y su asociación a la peli de «Historias del Kronen»
  • Infacia analógica pero viven su madurez en un mundo digital. Vivieron la llegada de internet. 
  • Acepta las reglas de la tecnología y conectividad
  • No logra desprenderse del todo de las culturas organizacionales.
  • Desean desarrollo profesional dentro de la misma empresa y reflexionan antes de dar un cambio a sus vidas profesionales.
  • Pero comenzaron a ver que su carrera no iba a ser siempre en la misma empresa.
  • Comienzan a conciliar vida personal y laboral.
  • El matrimonio tampoco es para siempre.
«La generación Y» o «Los Millennials» – los que se están comiendo el presente.
  • Son multitarea (aunque esto no se si es muy productivo, ¿no?)
  • No conciben la realidad sin tecnología. Es la generación que usó más tipos de tecnología para entretenimiento (hasta la Z claro)
  • Su mayor prioridad no es el trabajo sino la calidad de vida.
  • Los sistemas jerárquicos no son de su agrado.
  • Son emprendedores (por la cuenta que les trae)
  • Tienen poco apego a un puesto de trabajo (algo que era incipiente en la generación X), y pueden cambiar (queriendo) de trabajo por variados motivos.
  • La mujer no duda en desarrollar su etapa profesional
  • Se marca una predisposición a mantener su estado de solteras/os o casadas/os sin hijos (los dinkies – double income no kids)
  • No les asusta cambiar de trabajo y tienen deseos de progresar profesionalmente para poder tomar decisiones y ganar reconocimiento.
  • Mucha tolerancia al fracaso (Fallar ya no es un problema, sino parte de la solución)
«La generación Z» (estamos originales ya con los nombres…) – a los que les cae el marrón del futuro
  • Esto sí que son “nativos digitales” (desde su niñez que existe internet)
  • Están a punto de ingresar al mundo laboral (o lo que quede de él)
  • Poseen alta propensión al consumo
  • Poseen acceso y manejo a toda su tecnología: Internet, mensajes instantáneos, SMS, celulares, iPod, iPad, Notebook, etc.
  • Ven a la tecnología como elemento fundamental (no conciben el acceso a la información sin la existencia de Google)
  • Sus medios de comunicación utilizados principalmente son las redes sociales
  • Sus hobbies se conviertan en su fuente de ingresos.
  • Buscan trabajos flexibles, a distancia y que les permita desempeñarse en varias actividades a la vez.

    Estas cuatro generaciones, y la silenciosa en puestos de alta dirección, están conviviendo o van a convivir en la empresa. Imaginemos una gran empresa donde Presidencia y Órganos de Administración puede tener más de 70 años y los becarios que se están incorporando (los que tienen suerte) tienen unos 23 años. ¿Como pueden convivir en el trabajo si como vamos a ver en estos años la empresa y el trabajo han sufrido las modificaciones que vamos a ver a continuación? Más aún, si tenemos en cuenta que normamente la Dirección de la empresa esta en generaciones más antiguas y los «curritos», los trabajadores rasos y becarios son los de la generación Y o incluso Z.

    ¿Y vosotros? ¿Vivís el choque generacional en la empresa? ¿De qué modo?