Si en el artículo sobre la actitud mostraba una presentación donde se reflejaban algunos comportamientos que eran muy positivos para el desarrollo profesional, hoy voy a hablar de algo totalmente opuesto. Algo que no beneficia para nada tu desarrollo personal, ni posiblemente a tu psique en el día a día. Y que además cuando lo compartes con tus compañeros se convierte en un comportamiento tóxico.
Pero antes de meterme con dicho comportamiento me gustaría reconocer (y casi flagelarme públicamente) aquí, públicamente, que yo también he utilizado el término de «personas tóxicas». Y lo hice también en otras presentaciones sobre la actitud. Y reconozco, tras la lectura del artículo de Andrés Pérez Ortega, «Encerremos a la gente tóxica», que he de darle la razón a su autor. Debemos hablar de comportamientos tóxicos y NO de personas tóxicas. Porque resulta que todos alguna vez hemos tenido alguno de estos comportamientos, pero no nos gustaría ser considerados como unos apestados bajo el tópico de persona tóxica (por matar a un perro me llaman mataperros). Y eso, a pesar de que antes de acabar esta frase ya estés pensando en ese tío que sí, es que ese tío es tóxico, porque no lleva más que mala sangre y mierda encima… ¿Cierto? Pues posiblemente siga siendo un error y quizás deberíamos reconsiderar nuestra postura.
Así que para hablar de comportamientos tóxicos he decidido comentar uno en el que yo he de reconocer que he caído alguna vez (bueno, a lo mejor, varias o muchas veces). Seguro que os suenan esas frases en el ascensor del trabajo acerca de los días de la semana – «Ánimo que ya no queda nada para el viernes«; esos diálogos tan productivos del estilo: «- ¿Que tal?; – Bueno, de lunes. Ya sabes»; o esos comentarios en la máquina del café… «El próximo puente… ¿cuando toca?» (este comentario se produce normalmente en el primer café después de volver de puente cuatro días).
De hecho, en este mismo sentido la frase más «heavy» que yo he dicho oído alguna vez ha sido la de «Joder, que larga se me está haciendo la semana«. La cual no es raro haberla utilizado; es normal que todos estemos cansados alguna vez. El problema viene cuando la usas no uno, sino dos o tres lunes a las 9.05 de la mañana. ¿No lo habéis pensado nunca? Entonces ¡¡¡enhorabuena!!! Tampoco estáis tan mal.
Que yo no digo que al curro haya que ir como los siete enanitos, cantando todas las mañanas aunque sea para ir a picar a la mina (véase foto que ilustra el archivo). Pero que podemos buscar un trabajo donde nos pueda gustar lo que hagamos para que los lunes no sean la mayor de las torturas y que sólo los puentes y los fines de semana sean oasis de felicidad en nuestro amargo caminar por el mundo laboral. Que parece que seguimos llevando grabado en la memoria eso de «ganarás el pan con el sudor de tu frente» y que el trabajo no es una bendición sino al contrario, un castigo divino.
Pero si realmente eres de los que los lunes ya estás pensando en el viernes; de los que en el atasco del regreso del puente ya estás pensando en la próxima salida; o de los que el primer día de curro te eterniza la semana… entonces está claro que necesitas un cambio. Necesitas hacer algo por reilusionarte (y le robo la palabra a Luis Galindo, y reconozco que este pensamiento me vino a la cabeza tras una charla que mi mujer escuchó de él). Porque si hoy tienes 40 años (he puesto mi edad, para que nadie se enfade), te quedan más o menos 30 años, 1560 semanas y unos 7800 días para seguir levantándote todas las mañanas y sobrevivir en el trabajo. Y yo no me veo capaz de aguantar esos 8000 días sin otra ilusión que la del viernes, la del puente o la de las vacaciones.
Y aún hay más. Si a pesar de todo, decides que todo siga como está («Si haces las cosas como siempre, ¿por qué piensas que el resultado va a ser diferente?» – Einstein dixit)… ¿por qué contagias a tus compañeros con ese «mal rollito»? ¿Por qué piensas que a todos les jode el lunes tanto como a ti? ¿No crees que alguno puede estar yendo contento a trabajar?
No podría resumirlo yo mejor que la cita que me he encontrado en el timeline de Zumo de Empleo
Demasiada gente… #ZdECitas #mntemaravillosa pic.twitter.com/LLxRRyAeie— ML Moreno Cobián (@ZumoDeEmpleo) febrero 28, 2016
¿Y vosotros? ¿Habéis vivido sufrido esta situación alguna vez? ¿Habéis esparcido este mal rollito? ¿Habéis hecho algo para cambiar esa situación? Nos leemos