Siempre he pensado que el networking se me daba mal, que no tenía esa capacidad, que no sabía mantener el contacto con esas personas que en un futuro podían ser relevantes en mi carrera profesional; ni buscarlo con personas a las que sin conocer podían tener el mismo efecto de una forma bien gestionada. Y sin embargo empiezo a pensar que lo que era incorrecto era mi concepto de networking, posiblemente mal influenciado por experiencias profesionales que he vivido alrededor.

Conocía yo a lo que consideraba artistas del networking. Gente que parece que tiene recordatorios en el outlook que le recuerdan que hace casi seis meses no ha hablado con «fulanito» y que tenía que llamarle, no para nada en concreto, sino para que no se olvidase de él. Que tenía que comer con sus ex-compañeros «menganito» y el otro, para ver como les iba la vida profesional y ver cuanto habían avanzado en sus carreras. Y claro… es que yo no era capaz de hacer algo así de artificial. Creo que es complicado mantener una relación con alguien con quien no se congenia porque puede que en el futuro pueda dar un impulso a mi carrera profesional.

Si hacer networking era eso, yo hacía muy mal el networking. Porque yo me juntaba a comer con excompañeros y exjefes, pero siempre desde un punto de vista muy personal, porque las conversaciones que tenía con ellos eran muy enriquecedoras, y no sólo en el ámbito profesional, sino en el personal, porque también eran padres primerizos en aquella época, discutían con sus parejas y podían pasar épocas mejores o peores en el trabajo. Yo no hacía ese «networking artificial» sino que me iba a «comer con los colegas». Y ahora empiezo a darme cuenta de que lo errado era mi concepto de networking y que la versión real /y mucho más sana) del networking puede estar mucho más próxima a la comida de amiguetes de lo que yo me imaginaba.

Mis almuerzos productivos.

Muchas veces he hablado aquí de conceptos, ideas o pensamientos que han salido en varios «almuerzos productivos» que tengo con muchos compañeros y excompañeros de trabajo. Normalmente quedo con ellos de forma recurrente, pero no periódica y siempre de forma espontánea sin que jamás sea el outlook el que me recuerde que llevo varios meses sin comer con Eugenio. A veces puede ser porque cruzamos un par de mensajes con un comunicado interno, a veces es porque ha conseguido un nuevo logro en su vida sana y deportiva. Otras veces, me junto con Sergio porque el patio político está revuelto o porque no entendemos decisiones de política bancaria del BCE (y no, no trabajamos en nada afectado por ello). Es más, si una persona llega a tu despacho hace un par de años y a partir de una recorte de periódico en la mesa es capaz de comentarte algo sobre las ideas de Thomas Pikketty, entonces es alguien de quien puedes aprender algo seguro.

Porque para mí, lo importante de todos estos almuerzos, es la cantidad de cosas que aprendo de todos ellos en ese mismo momento. Y no, no quedamos para darnos lecciones sobre aquello en lo que somos «expertos» (digamos que tenemos algún conocimiento); pero compartir los puntos de vista de un millón de temas de lo más variados con las «orejas abiertas» es algo que siempre te va a enseñar mucho. Desde este punto de vista, mis comidas con los compañeros de curro actuales, (sí ,esas «de todos los días») también son comidas de networking.

Y así puedo encontrar un montón más de ejemplos. Porque si algo me he dado cuenta cuando he ido al gimnasio a las hora del almuerzo, es que se me han ido acumulando «quedadas pendientes para comer» con un montón de gente y que estoy poco a poco poniendo al día… a veces también hay que conciliar la vida sana con la profesional, y no sólo con la vida familiar…

Y una cena muy productiva.

Pero si ha habido algún encuentro increíblemente beneficioso para mi, fue el que se produjo hace ya unas semanas con un grupo de gente a la que si dijese que no conocía de nada estaría mintiendo como un bellaco. Y es que coincidiendo con sus VI Jornadas celebradas en El Escorial, los formantes de OPTIMA LAB me invitaron a compartir una cena con ellos, lo que acepté con gran gusto. Como decía, si bien físicamente nunca había coincidido con ellos, no puedes decir que no conoces a alguien cuyos artículos llevas leyendo varios años, a quien incluso preguntas dudas a través de redes sociales o a los que pides opinión sobre tus ideas en ciertos temas… 



Desvirtualizandonos con @alalmoguera 😉 VI Joenadas #optimalab #efectividad by @ajmasia

Y de hecho, si para mí algo resumió aquella noche, fue lo normal que fue todo a pesar de que ellos tenían a «un extraño» en su mesa y yo estaba con «los galácticos» de la productividad personal y la efectividad. Y mira que a uno se le quedaron cosas en el tintero para preguntar o comentar con ellos. Por ejemplo, no preguntarles por Jesús, que está equilibrando su vida nuevamente tras ser padre; o no dar las gracias a Cruz por su respuesta a mis dudas sobre el Ranking de blogs de Productividad. Pero se tocaron muchísimos temas profesionales, personales y de la vida en general. 

La verdad es que fue un placer compartir aquel momento con PazDavidJose MiguelCruzJerónimo Antonio; conseguir desvirtualizar sus personas y poner 3 dimensiones a sus blogs: Redes ProductivasControl y Perspectiva ;Optima InfinitoExperiencia ProductivaJeronimoSanchez y Cambiando Creencias (ordenados por como estábamos sentados en la mesa :-p). Y poder entender de más cerca su forma de trabajo, un concepto, el de RED de trabajo de Consultores Artesanos, digno de admiración. Por cierto, que todos ellos han dado su versión sobre las Jornadas (es el artículo al que vinculo su blog) en las que comparten entre sí sus conocimientos, avances y experiencias y han incluido sus comentarios sobre la cena (algunos de ellos consiguen ruborizarme). 

En resumen… toda una experiencia de Networking que ojalá se pueda repetir e incluso ampliar en ocasiones futurasGracias por todo OPTIMA LAB.

Ps: La primera foto es reciente y no es de un almuerzo productivo sino de uno Sanferminero (que no implica que fuera improductivo, pero no era su fin principal)… uno de los motivos por los que se retraso este articulillo. Y la segunda la tomo del Instagram de AJ… que inmortalizó el gran momento.