Bueno, después de haber dejado apartado a nuestro perfecto improductivo durante dos artículos, uno para preguntarnos por qué nos pagan y otro para celebrar mis 40 tacos, volvemos a ver si podemos echarle una mano y le ayudamos a ser un poco más productivo en su vida. Si te sientes identificado con su historia, entonces estás de enhorabuena (vamos a mirarlo desde el lado positivo), todas las acciones que pongas en marcha, por pequeñas que sean, van a tener mucho impacto en tus niveles de efectividad (no es lo mismo que productividad) desde el principio.
En vez de ir viendo que cosillas hacía mal nuestro perfecto improductivo, al que vamos a llamar Manolo, por ponerle un nombre y poder referirnos a él; he pensado que vamos a ayudar a Manolo por ciertos bloques temáticos: el móvil, el correo electrónico; la agenda; las reuniones… Así que hoy he decidido meterme con el móvil, uno de esos mal llamados «ladrones de tiempo» (véanse este reciente artículo de @dasanru o este otro recién salido del horno de @jerónimosanchez sobre el tema), una fuente de improductividad cuando es mal utilizada, pero que puede ser maravilloso cuando sabemos utilizarlo en el sentido correcto. Así que Manolo… estate atento y a ver si encuentras algo interesante y aplicable.
El mal uso del móvil.
Si recordamos la historieta de Manolo, leíamos que nuestro personaje cogía el móvil sin ni siquiera levantarse de la cama (seguramente lo usa de despertador – ya diría que MAL) para revisar el correo electrónico del trabajo (MAL); y a lo largo del día lo utilizaba para llamar en un momento libre (eso NI TAN MAL) y para entrar a ver twitter en una reunión (MAL). Sin duda un uso poco productivo, pero que todavía podíamos ampliar.
Las estadísticas dicen que miramos el móvil unas 150 veces al día, esto es una vez cada 10 minutos (si el dato es cierto que se pone en duda), considerando incluso cuando estamos dormidos) y sin estar enamorados (lo cual duplicará las visitas al whatsapp) y que se usa unos 177 minutos al día (incluso más que la televisión). Mucho rato si lo utilizamos de forma improductiva. Algunos de estos usos negativos del móvil podrían ser:
– uso de notificaciones luminosas o sonoras que te distraen de la tarea que estás haciendo en cada momento.
– lectura (que no procesamiento) de un montón de e-mails. La inmensa mayoría se dejan en la bandeja de entrada para que los volvamos a leer desde el ordenador grande. Lo que contaba Manolo el otro día, vamos.
– contestamos a todas las llamadas telefónicas que entran independientemente de que estemos en un momento clave de nuestra tarea más compleja.
– uso lúdico del móvil cuando nos aburrimos en las reuniones, o incluso en las comidas con compañeros (y peor aún, con la familia!!!). Vamos que te están presentando algo, y tu te dedicas a mirar las fotos de la despedida de soltero en el facebook.
– análisis concienzudo del whatsapp y de todas las gilipolleces tonterías que te mandan en el grupo de los colegas de la despedida de soltero (normalmente cuando no quieres hacer esa tarea que tanto te molesta).
– ¿seguimos? Seguro que se os ocurren otras muchas.
¿Y si usamos el móvil productivamente?
Hemos mostrado un montón de malos comportamientos con el móvil, pero el móvil es un arma muy potente si se utiliza productivamente. Me encantaba una presentación que vi en la entidad en que trabajo donde un empleado con cierta experiencia en el Banco mostraba todas las cosas que había llevado en su cartera para viajes al extranjero y que ahora «cabían» en el móvil. Uno de los primeros móviles (si, si, uno de esos ladrillos); una cámara de fotos; una cámara de video; el walkman; el mapa; el GPS (al principio era un aparato al margen); el diccionario (por no decir que toda la enciclopedia británica); una novela (bueno, nuevamente ahora puedes llevar una biblioteca)… etc etc… Y el llevaba una cartera vieja con todo ese montón de cosas y luego sacaba el móvil del bolsillo, con el consiguiente cachondeo de todo el mundo e incluso algún efecto wow (la presentación estaba enmarcada en el paso de la blackberry al smartphone por toda la organización).Mi Nuestra relación con el móvil no es fácil. Como se acaba de ver sirve para mucho, pero sin embargo decimos de él que es la mayor de nuestras distracciones. ¿Ponemos ejemplos de buenos usos del móvil?
– Es un aparato magnífico para tomar notas y llevarlas a una bandeja de entrada. Y si alguno está pensando en que escribir en el móvil es incómodo, le daré la razón. Pero ¿quien dijo escribir? La cámara de fotos o el micrófono del móvil son excelentes herramientas para anotarlo todo (el paso primordial para ser más productivo).
– Nos permite aprovechar momentos «perdidos» para hacer tareas muy sencillas. Comprobar que la cuenta tiene saldo y se han cargado todos los recibos mientras esperas el autobús.
– Me ha encantado en el libro «Superpoderes del éxito para gente normal» del Mago More (muy recomendable el libro y el resumen de Ruben Alzola) su explicación acerca hablar por teléfono y caminar; o el uso de los auriculares para poder seguir «haciendo cosas» (siempre de escaso nivel de atención y con llamadas poco relevantes).
– En caso de que coja el tren de cercanías, el móvil me permite seguir con mi sistema de gestión de artículos y lecturas. Yo no soy usuario, pero es cierto que sirve para escuchar podcasts tanto en el tren como en el coche ayudado por el bluetooth. Y en el caso de los vuelos… Yo lo utilizo en el vuelo de ida (si aplica) para revisar y repasar la presentación que vaya a hacer y normalmente en la vuelta para jugar (no me gusta volar, por lo que no puedo concentrarme demasiado en los aviones y necesito ponerme a hacer otras cosas).
– Por cierto… desde la aparición del móvil el contexto de GTD @oficina para las llamadas telefónicas no tiene sentido (aunque habría que ver que fue antes si GTD o el teléfono móvil/smartphone).
– Ya que hablamos de GTD… Para repasar la lista de «próximas acciones» pendientes. En mi caso al salir de una reunión en otro edificio que no es el mío. De hecho, existe un apartado enorme de aplicaciones de productividad en los principales markets y FacileThings es una de ellas.
– Otras muchas que seguro que se te ocurren.
Resumiendo que es gerundio.«Hay más potencia de cálculo en el bolsillo de tu chaqueta que la que sirvió para llevar al hombre a la luna. Ten cuidado para que la utilizas». Me encanta esta frase. Así como esta imagen que nos muestra el motivo principal por el que las pantallas de móvil han vuelto a crecer. Lo que nos tiene que hacer reflexionar que el problema de la improductividad asociada al móvil no es culpa del aparato en sí, sino de uso que nosotros le damos. Es cierto, es una tentación que nos permite evadirnos de nuestras obligaciones; pero es una herramienta increíblemente potente que nos permite ser mucho más productivos en cualquier momento que tengamos. Depende de ti como lo utilices.
¿Y tu? ¿Es el móvil tu perdición o tu salvación? ¿Lo consideras amigo o enemigo?
Nos leemos.
PS: El fotón de hoy está sacado de Flickr. Es de Anant Nath Sharma y se titula «331/365. For Those Who Hate iPhone.»