Momento de crisis creativa en el blog. Después de varias semanas a dos artículos por semana, varios acontecimientos familiares (principalmente celebraciones… no vayáis a pensar nada negativo) cambiaron mis hábitos de escritor aficionado y de pronto sequedad de ideas. Que puede que no esté relacionado… o sí, vete tu a saber. El caso es que fue la lectura de este artículo de otro de mis blogueros fetiche @marcapersonal sobre el trabajo duro lo que me permitió unir un par de ideas y ponerme a teclear otra vez.
Señala el artículo que nos hemos acostumbrado al éxito de un día para otro, y que nos estamos olvidando de los éxitos logrados en base al esfuerzo y al trabajo duro. Y creo que tiene mucha razón. Y más aún cuando nos vamos a la vida laboral de las personas, donde uno no va a ser número uno del mundo haciendo presentaciones de powerpoint, haciendo cuadros de mando, tomando decisiones de equipo… Pero tu éxito va a ser tu desarrollo profesional a lo largo del tiempo. Y si quieres tener éxito en tu carrera en la empresa (o en el mundo empresarial, mejor dicho) personalmente considero que sólo hay una vía: el trabajo duro.
La segunda idea que me rondaba la cabeza es que estamos de despedida en el cúrrelo ya que se va uno de los becarios, Miguel, gran trabajador y además lector habitual y difusor de este blog. Ha estado un año con nosotros y después de este tiempo tiene que buscar nuevas oportunidades en otros destinos. Mira que está jodido complicado el tema. Licenciado, con cursos de Postgrado, tres idiomas y experiencia laboral internacional como becario. Vamos el CV promedio de uno de estos chavales de menos de treinta años y que tan difícil tienen encontrar otra beca y no digamos ya un puesto de trabajo decente. Yo, que tras 15 años de trabajo sigo con espíritu de becario, he estado hablando mucho con él, a lo largo del año de beca, pero también en estos momentos más complicados y le dí un consejo («Consejos vendo que para mi no tengo2 dice el refrán): Sigue trabajando duro, porque las oportunidades llegarán.
Siempre que hablo de este tema se me viene a la cabeza el caso de dos colegas (bueno, sin duda algo más que colegas, dos muy buenos amigos), que tuvieron una oportunidad en un programa de desarrollo de potencial dentro de la empresa. Se licenciaron del programa y su primera asignación fue en sendos puestos donde no podían dar lo máximo de si mismos, no podían explotar ese gran potencial que tenían. Y sin embargo, con alguna que otra dificultad, ambos siguieron trabajando duro y consiguiendo los objetivos que les marcaban. No estaban satisfechos, no adoraban su trabajo, pero ahí seguían, más que cumpliendo todos los días. Y las oportunidades llegaron.
Ahora están bien situados, hacen cosas que les gustan y tienen un papel muy relevante. Uno sigue dentro de la empresa y el otro ya montó su propia compañía. Llegaron a donde están porque cuando trabajas duro los hechos hablan por tí y en ese caso, la fama te precede y las personas hablan bien de tí también y todo el mundo se acuerda cuando aparecen puestos importantes. Y si has conseguido cultivar tu red de contactos y has trabajado duro, entonces tendrás mucha suerte… que es lo que dirán todos cuando se enteren de tu ascenso. Pero tu sabrás que tu suerte ha sido fruto del esfuerzo y del trabajo.
Lamentablemente no puedo asegurarte, estimado Miguel, que el trabajo duro te vaya a llevar al éxito. Es necesaria una pizca de suerte. Pero hay una cosa que es cierta, sin trabajo duro, no llegarás. Esto en lógica y matemática se llamaba «condición necesaria pero no suficiente«. Es necesario el trabajo duro para triunfar, aunque no te bastará sólo con eso. Pero si no trabajas duro, desde ya te aseguro un no triunfarás (o que las posibilidades serán mucho más escasas).
Quizás hoy no veas las cosas de este modo, y tendrás tus razones, no es sencillo mantener siempre este ritmo de trabajo cuando ves que las oportunidades pasan o no llegan. Pero lo harán y no será que el karma te lo esté devolviendo, sino que estarás recogiendo aquello que has sembrado en todos estos años. Buena suerte para las nuevas etapas venideras.
¿Y vosotros? ¿Consideráis que hay atajos al trabajo duro? ¿O que esta es la mejor forma de seguir avanzando?
Nos leemos.
PS: Foto de flickr. Angel Gallardo. Pencil