La verdad es que en estos casi dos años de publicación continua el blog me ha deparado muchas sorpresas muy agradables. El reconocimiento de los conocidos y compañeros del trabajo que empezaron a leerlo ya en su orígenes; los comentarios escritos en estas mismas páginas por diversos lectores; o la difusión de estos artículos a través de redes sociales por muchas personas. Un salto importante fue ser citado en dos blogs que para mi eran un referente en el mundo de la productividad personal por el artículo sobre la Ley de Parkinson: El Canasto de Jeroen Sangers y Cambiando creencias de Antonio José Masiá. Pero todavía fue más satisfactorio comenzar a desvirtualizar a algunos de estos «héroes» y poder conocerles en persona. Este año cuando el equipo de ÓptimaLab me invitó a cenar con ellos fue un auténtico subidón; lo mismo que recibir la invitación para el Café y Productividad de noviembre al que por asuntos personales no pude asistir finalmente.

Esta semana he podido desvirtualizar a otra persona que se puso en contacto conmigo al empezar este año. Roberto Gonzalez Fontenla, autor de «Autónomo para dummies» me escribió a través de Twitter a principios de año y esta semana pasada pudimos quedar en Boadilla para poder charlar un rato de todo un poco. Roberto es un trotamundos. Pionero de Internet en su Galicia natal, donde hasta ganó premios por el diseño de una de sus primeras webs, emigró a Sevilla para finalmente afincarse en el norte Madrid (hice los deberes antes de juntarme con él :-))

Resulta muy interesante que alguien con su experiencia te cuente como fue el proceso de escribir un libro (bueno, dos, el segundo de próxima aparición); o te cuente detalles sobre su proyecto «Emprender A los 45» y la demoledora sentencia «A los 45 nadie va a leer tu currículum«; sobre sus planes de futuro o sus ponencias actuales. Que además te pregunte acerca de aquellos tema sobre los que escribo por gusto y gana; o que comente contigo su visión sobre el futuro del trabajo es altamente enriquecedor por muy estremecedora que resulte la visión a medio plazo (ojo, no digo que sea positiva ni negativa, simplemente diferente). 

Es un placer poder departir con gente con tanto conocimiento, bagaje y experiencia. Una fuente de preguntas (el origen del conocimiento está en hacerse preguntas constantemente) e ideas para próximos artículos y de pensamientos para el largo plazo, de esos que hacen replantearse ciertas cosas. Además, como se puede ver en la foto, me llevé un ejemplar de su libro dedicado y me ha dejado en préstamo algunos otros libros para poder echarles una lectura. Muchas gracias Roberto por un rato tan productivo.

¿Y vosotros? ¿Desvirtualizáis a vuestros lectores o escritores favoritos? Sin duda, por mi experiencia vivida con muchos de vosotros, creo que sí, porque además seguro que acabáis sacándole esa parte positiva y de aprendizaje que todas estas conversaciones tienen.

Nos leemos.