Hace un mes comencé a utilizar BlogsterApp, una aplicación (de la que ya hablaremos otro día) que básicamente recupera artículos antiguos del blog y los vuelve a colocar en las Redes Sociales. Esto tiene varios efectos:
- por un lado, las visitas al blog se mantienen aunque no publique dos artículos nuevos por semana;
- además la gente tiene la oportunidad de leer artículos que en su día se le pasaron;
- pero lo mejor está siendo la cantidad de comentarios que estoy recibiendo (en la máquina del café o escritos en diversas redes sociales) por estos artículos que fueron escritos hace un tiempo.
Y esta semana me ha gustado mucho el comentario que he recibido de un colega del trabajo sobre los entornos VUCA y como nos enfrentamos los humanos a esta realidad cambiante. Aunque está sentado en la mesa de enfrente, lo que hace que sea más sencillo comentarlo en directo, le prometí un respuesta y después de darle varias vueltas (gracias por hacerme reflexionar y pensar más sobre este tema) he decidido ponerla en forma de artículo.
El comentario está disponible en LinkedIn en su versión original, y no es que lo haya traducido, pero si que lo he reordenado. Por resumirlo (y espero hacerlo bien): a pesar de que no nos gusta y de que ponemos trabas al cambio creando situaciones estables artificiales, no nos queda más remedio que convivir con el cambio. Como podéis imaginar, hay partes con las que no estoy de acuerdo; partes con las que sí lo estoy; y para que negarlo, una conclusión que comparto plenamente.
Sobre la estabilidad artificial.
Señala mi colega Pedro respecto a los entornos VUCA que “Estos nuevos entornos me resultan más inherentes al ser humano, puramente biológico, que los artificios que hemos creado durante siglos para establecer zonas de confort”.
Aquí no acabo de estar del todo de acuerdo, porque aunque creo que como señala el poeta português Luis de Camoes, «O mundo está composto de mudança» (El mundo está compuesto de cambio); la velocidad y la intensidad del cambio es diferente incluso en la naturaleza y no tanto por la creación de «artificos humanos». En la historia del planeta han existido tiempos de crisis, de grandes cambios y continuos; y tiempos donde el cambio no es tan brutal. Poniendo situaciones extremas, las glaciaciones o la desaparición de los dinosaurios pueden ser momentos de crisis; pero las condiciones del planeta han sido bastante estables desde que los humanos han aparecido se han desarrollado por la faz de la tierra. (Y no se si el ejemplo está pillado con pinzas, pero es la analogía que se me ha ocurrido).
No creo que sea el hombre quien construya artificios para establecer zonas de confort. Simplemente sucede que hasta ahora (como dicen los anuncios de fondos de inversión, las rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras; o lo que es lo mismo, no sabemos si esto seguirá así o si realmente hemos entrado en la época del cambio crítico continuo), a los momentos de revolución, les siguen periodos de calma. Y desde la revolución industrial, no ha existido un cambio tan grande en el mundo profesional como el que ha provocado Internet, por lo que posiblemente los que formamos la generación de los babyboomers y las siguientes generaciones (X, Y, Z, millenials y demás), no hayamos conocido más que este periodo estable y sin cambios (con sus momentos jodidos, que yo recuerdo perfectamente la reconversión de las industrias de altos hornos y astilleros de Bilbao o la minería en Asturias) que de repente se ha dado la vuelta. En el mundo laboral (y esto es sólo una opinión, que en su día ya fue rebatida por el propio Jeroen Sangers en su blog) las implicaciones de la digitalización están siendo brutales desde el punto de vista de la estabilidad y los entornos VUCA son inherentes a este fenómeno digital.
Sobre los deseos de estabilidad.
Lo que si me parece cierto es que al humano, cuando se hace mayor, le mola la estabilidad, la zona de confort, la seguridad. De acuerdo con lo que señalaba Pedro en el comentario: «De niños, la estabilidad es prácticamente igual a aburrimiento. ¿Por qué de adultos perdemos esa inquietud y buscamos esa «persistencia, certidumbre, sencillez y precisión»…».
Estoy de acuerdo. A los adultos nos gustan los momentos estables, con esa sensación de control, de ser quienes estamos dirigiendo la situación. Realmente esto es así en general, aunque no les sucede a todos. Y gracias, porque si no fuera por aquellos que buscan el cambio, aquellos que quieren mejorar, muy posiblemente seguiríamos en las cavernas. Por lo que ya no se se si estos comportamientos están en el ADN del humano o los aprehendemos posteriormente.
Sobre como (sobre)vivir en estos entornos cambiantes.
Pero no puedo negar, que lo que más me gusta de todo el comentario es la frase inicial del mismo, que no por ir al principio no deja de ser la certera conclusión: “Al fin y al cabo todo se reduce al Darwinismo, adáptate o desaparece”.
Estimados… No se si preferís el mundo lleno de cambios actuales o vivíais mejor en esa sensación de seguridad anterior. Posiblemente sea lo segundo. Con ese puesto de trabajo, esa carrera ya medio hecha, ese control sobre la materia, ese control sobre vuestra jornada laboral. Ya casi tan acostumbrados que el mayor problema era el cambio de jefe o de departamento. Lo siento… creo que esa situación se ha acabado.
Da igual en que nivel nos pongamos a pensar. Independientemente del nivel que quieras analizar, vivimos en entornos VUCA.
- Vuestro día a día laboral ya es VUCA. No sabes que te vas a encontrar mañana a las 10 de la mañana y si eres de los que planificas todo el día, ya te habrás dado cuenta de que ningún día consigues cumplir tu planificación por el millón y medio de cosas que saltan de improviso. (Gracias David por este maravilloso artículo que me he encontrado en mi pocket cuando ya estaba pensando en estas líneas)
- Vuestro puesto fijo en la empresa… Ya no es tan fijo. Tu que pensabas que eras intocable… Mejor que te vayas actualizando y poniéndote al día. Fórmate, aprende, cambia de forma de trabajar, no pares de aprender…
- En realidad, toda vuestra empresa vive en un entorno VUCA. Mañana puede ser opada, o podrá opar a otra compañía o simplemente se quedaré fuera de negocio, o quizás mañana cambie de actividad para seguir viviendo.
- Hay sectores enteros que viven en un entorno VUCA. Que me lo digan a mí que trabajo en banca. ¿Cuales eran las mayores compañías por capitalización bursatil hace 20 años? ¿Y hoy?
- Pero es que las relaciones internacionales también son VUCA. Hace un año nadie pensaba en un mundo como en el que vivimos ahora. Era imposible que USA se volviera hiperproteccionista o que un país saliera de la Unión Europea por su gusto y gana.
Lo repito y casi que concluyo: queramos o no queramos, vivimos en un entorno VUCA. Sólo puedes hacer dos cosas, como bien señala Pedro: o te adaptas o desapareces. Y no es bueno que lo pienses demasiado. Se permite un par de días de luto pensando en aquella situación tan idílica en la que vivías, pero no pierdas más tiempo pensando en lo maravilloso que era, ni en lo de puta madre que hubiera sido si… La realidad es la que es y hoy por hoy toca estar pendiente de como se mueve el mundo, y darle una nueva oportunidad no pensando nunca que «cualquier tiempo pasado fue mejor».
¿Y vosotros? ¿Ya os estás preparando para estos entornos VUCA? ¿O pensáis que esto se calmará y todo volverá a ser como era?