Este año me he auto-impuesto un objetivo que creo que cumple con la teoría del SMART (esto es: específico, medible; alcanzable; relevante y temporal). Me gustaría finalizar el año 2018 habiendo leído al menos 24 libros: 12 novelas y 12 libros de los que sirven para el día a día del “laburo”. Y ya que me he puesto manos a la obra, voy a intentar aprovechar mi lectura para dar contenido al blog e intentar que sea beneficiosa para los lectores del mismo. Con este fin nace la serie de artículos “5 frases del libro”, donde resumiré cinco ideas de los libros que vaya leyendo (los que tienen que ver más con temas laborales, quiero decir). Y para comenzar voy a analizar algo más de esta joyita del Doktor Castells: “Emprender a Hostias”.
¿Por qué este libro?
Este no es el primer libro que leo de Jesus Castells. De hecho, en mi recomendación de lecturas del año pasado ya hacía referencia a “Josdeputa!!!! Me han echado”. Desde su lectura, lo considero imprescindible para los que vivimos en el mundo de los cuentajenados, es decir, de los que cobramos todos los meses una nómina de empresa. En esta ocasión el “Doktor” nos va a bajar del sueño del emprendedor y como bien dice en el título “a hostias”. Y es que está bien que de vez en cuando alguien nos devuelva a la realidad y nos muestre “a calzón quitao” como es el mundo del emprendedor. Que como ya os podéis imaginar por el título, Jesus quiere enseñarnos que el día a día del emprendedor no es una alfombra roja. Y aunque eso de no tener ni jefe ni horarios suena muy atractivo y atrayente, alguna contrapartida negativa debe de tener…. ¿Verdad? Y no, no es que yo le quiera quitar las ganas de emprender a nadie. Nada más lejos de la realidad. Simplemente, es que considero positivo que quien se decida por este camino tenga claro que no es un camino de rosas.
Hay que ser muy valiente y muy inconsciente para hacerlo (emprender).
Toda una declaración de intenciones. El primer zasca en toda la boca. Si quieres emprender, eres un inconsciente. Bueno, sin duda es lo que van a pensar el 90 por ciento de los que te rodean. Serán poquitos los que se confundan y te digan que mucho ánimo y que tienes que ir a por ello. Así que no está mal que aquí te lo recuerden de primeras. Vale, también te echa un piropo con eso de valiente, pero vamos, que en este caso es sinónimo de suicida.
De los 20 millones de muertos que se quedaron en el camino, nadie se acuerda de ellos.
Una verdad como un puño (en toda la cara). ¿Cuantos libros de los que se la toñaron pero bien mientras intentaban emprender has leído? La literatura de los proyectos fracasados no es un best seller normalmente. Y eso no significa que todo el que se lo monta por su cuenta triunfe. Significa que no lo cuenta en un libro. Pero haberlos, los que fracasan, haylos como las meigas.
El hábitat del emprendedor es la incertidumbre.
Vamos, esto es algo que no debería de sorprender a quien decide emprender y más si uno viene del mundo de la empresa. Eso de cobrar cada día 25, una cantidad conocida de antemano no es viable para el emprendedor. Dependerá de tus ventas, de tus clientes, de su capacidad de pago, de tus gastos en el mes… elementos que son variables y en algunos casos volátiles. Nada, sin duda otra mala noticia. Al emprendedor no se le asegura ni el salario ni las horas de trabajo del mes siguiente (bueno, ni de la próxima semana).
No tomar ninguna decisión también es tomar una decisión.
Esta es sin duda una enseñanza válida para quien quiere emprender o para cualquier persona que esté en un momento en el que tiene que tomar una decisión. No hacer nada no significa que no has tomado parte. Que va. Significa que has decidido dejarlo todo como está. Hay situaciones en las que, pese al entorno y las pistas que el mismo da, uno decide no dar un paso adelante. Eso es lo mismo que decidir que los dos pies se quedan quietos en el mismo sitio. Si en ese momento el suelo desaparece bajo tus pies no le eches la culpa a la mala suerte, es que tu decidiste quedarte ahí.
Emprender no es una cuestión de edad, es una cuestión de actitud.
Sin duda. Hay emprendedores de 20 años, de 40 años y los hay de 70 o todavía mayores. Hay quien encuentra el espíritu emprendedor en el camino; hay quien lo pierde (o se lo quitan) y hay quien no será emprendedor en su vida (le cuesta hasta probar el bar nuevo de la esquina). Así que si te entra ese cosquilleo no pienses que eres muy joven y que no es el momento; o que eres muy viejo y que tu turno ya pasó. Si notas las mariposas, entonces emprende!!!
Opinión personal
Gracias Jesús, o Gracias Doktor. Me lo he pasado bien leyendo el libro, he pensado mucho y he aprendido bastantes cosas. Y conjugar esos tres logros en un libro de negocios es bastante más complicado de lo que puede parecer. De hecho, he soltado hasta alguna carcajada mientras lo leía que ha sido recibida con incredulidad por mi entorno, cuando sabían que estaba con un libro de negocios. Sin duda, un libro que recomiendo a quien este preguntándose si debe emprender; a quien ya se puso a ello y a quien tenga el espíritu emprendedor dormido (o muerto), para que esté más contento con su decisión tomada de no emprender.
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