Qué agradable sorpresa ha sido encontrarse con este libro y con todo lo que ha rodeado a su lectura desde el primer momento. Y si he de ser sincero, no se muy bien como he llegado hasta él. No se si lo leí en algún artículo de blog, lo fotografié en alguna visita a una librería (esto da para un artículo entero – nota del autor) o me lo ofreció Amazon como recomendación. El hecho es que al final, me compré el libro «del Cipri», otro de esos calvos que se afeitan la cabeza para disimular la calvicie (no lo digo yo, lo dice él mismo) y ha sido todo un acierto. Así que voy a empezar por el final y te voy a decir, desde ya mismo:
GRACIAS, CIPRI.
Por muchas cosas que intentaré desgranar en este artículo y que sin duda se quedará corto, porque de este libro no hay 5 frases que recuperar, hay cientos. Porque este libro no se puede resumir, sólo se puede leer. Y mira que ha habido momentos en los que tanto «buenrollismo» hasta me asustaba (quien lea el libro también leerá como pide en un momento que seamos sinceros). Pero de verdad, «El libro del Networking» es un libro vital en sus dos vertientes; necesario para seguir viviendo y que derrocha vida por las cuatro esquinas.
Ahí van las 5 frases seleccionadas (seguro que mal seleccionadas, ya digo que hay cientos) para este artículo.
El Networking se basa en el corazón, no en la manipulación.
Seguramente me interesó el libro porque siempre he dicho que yo soy muy malo haciendo networking. Y oye, cuando uno lee estas páginas se da cuenta de que estaba totalmente equivocado (lo que no quiere decir que lo estuviera haciendo bien). Yo siempre pensé que esto del networking era quedar con alguien por el mero interés de ver que podías sacar pasado mañana. Será porque siempre lo observé así a mi alrededor. He visto a auténticos genios del uso de la agenda para no dejarse fuera de la ronda de contactos del semestre a nadie importante. Y ahora resulta que no. Que hacer networking no se hace por el interés propio. Y es que como señala Cipri, hay que «dar sin esperar nada a cambio». Vamos, que no voy a decir que en esto sea muy bueno, pero es que mi problema es que yo no quedo con alguien por interés profesional para mañana, quedo porque me interesa lo que les pasa a las personas, en su vida, en la personal y en lo profesional y si les puedo echar una mano se la echo. Y eso es lo correcto. Simplemente por el hecho de entender esto, a mí ya me ha valido la pena la lectura.
Cuesta lo mismo hablar mal de un tercero que hablar bien.
Dedicaré algo más de tiempo a esta frase en el próximo artículo, pero, madre mía que razón que tiene el autor. Parece que nos dan incentivos por hablar mal de las personas. Premio al que diga más barbaridades del vecino. Esto es un problema tan grave en la sociedad que mientras leía este libro quedé a tomar un café con un exjefe para que me diera una lección de como hablar bien de los que nos rodean. Porque si algo recuerdo de él es como siempre sabía sacar lo positivo que había encontrado en cada uno de sus colaboradores, empleados, jefes, amigos y enemigos (sí, hasta del enemigo se puede hablar bien). Señala Cipri que «Hablar mal de alguien es hablar mal de ti mismo» y es cierto. Yo tengo muy claro que hay gente que posiblemente estará hablando mal de mí, porque en años, no les he oído hablar bien de nadie. Resumiendo, que es gerundio, hay que hablar más de lo bueno y olvidarnos antes de lo malo.
El éxito se mide por la gente a la que le gustaría darte un abrazo.
Esta frase no es del autor, sino de Jandro, si el mago que sale en «El hormiguero» y autor del libro «la oreja verde» (y es que las frases han de ser del libro, no del autor…). Fijaos que esta es una de las partes donde a mí se me empieza a atragantar el «buenrollismo» del libro, pero joder… que lecciones te da la vida. Leyendo este libro recibí la llamada de otro exjefe (si, yo he cambiado mucho de trabajo en la misma empresa y siempre he tenido jefes). Un tío grandísimo, que me ayudó a crecer un montón en mi carrera profesional y creo que al único jefe que yo he «puenteado» alguna vez en mi vida (una tontería de nada, pero me lo salté… y me pilló). Un tío que siempre me ha enseñado que es esto del networking con corazón y es que cada vez que viene a Madrid encuentra un hueco para cenar conmigo a pesar de tener en su agenda a cientos de personas más relevantes e importantes que yo. Y resulta que me escribía para contarme que estaba recuperándose de una grave enfermedad de la que yo no me había enterado y que podría haber sido muy muy jodida de superar si no lo pillan a tiempo. Y es en esos momentos en los que sabes lo que reconforta poder volver a darle un abrazo y es que «hay pocas cosas que unan más a la personas que un abrazo bien dado» como señala el autor.
Quita de tu agenda a todos aquellos que te caigan mal.
Llegas a pensar en algún momento que a Cipri no le cae mal nadie y que todo el mundo es bueno. Pero no, y si hay que repartir estopa se reparte. Sin regocijo, pero se hace. Y es que hay personas tóxicas (o comportamiento tóxicos en las personas) y a las que es mejor sacar de tu agenda por son como un virús que todo lo infectan. Lo mismo que a aquellas que «siempre viven en el quejismo», a las que «les preguntas como están y siempre tienen alguna desgracia para contarte». Y aquí me pregunto yo si este señor conoce a algunos de mis compis del trabajo o es que esto es un mal muy extendido por todas las empresas del mundo. Y parece ser que así es. Bueno, pues sí, es cierto, existe gente que nos cae mal, que tiene mal karma y oye… nada mejor que sacarlos de la agenda.
Cuanto menor sea la diferencia entre tu yo de día disfrazado y tu yo de noche relajado más feliz serás.
Y esta es la última de las frase seleccionadas, que no es para nada la quinta por importancia, ni la última que merezca la pena. Pero me ha encantado. Y es verdad que hay gente por ahí que son totalmente distintas dentro y fuera del trabajo. Y ahí hay algo que no puede ser, porque no se yo que disimulas. Si es que tu puesto en el trabajo no te gusta en tu forma de vivir, pero oye, toca tragar. O lo que no te gusta es tu vida real y vives en una especie de simulación cual «second life» en un mundo virtual. Y si lo primero ya de por sí es malo, lo segundo ya sería muy triste. «Sé tu» es un consejo que me parece brutal para dar por acabadas las cinco frases de este libro y dejaros a todos con las ganas de comprarlo en cuanto podáis.
Acabando.
Nuevamente te doy las gracias por haberlo escrito. Porque los minitrucos se pueden aplicar desde el primer día y las macro enseñanzas nos las podemos quedar con nosotros para siempre. Porque tus historias personales se parecen a las mías aunque yo no conozca a Sergio Ramos. Porque tus vivencias y tus análisis me han hecho pensar en más de uno de mis comportamientos y porque sin duda, tras leer este libro puedo intentar «ser mi mejor yo» o al menos una versión mejor que la anterior.
Quizás, algún día, pueda dártelas en persona, pero si no es así, este artículo es mi forma de «devolverte el favor», aunque tu no lo necesites.
Muy grande, si señor.
Simplemente gracias gracias GRACIAS , me has hecho muy feliz con tus palabras perooooo mucho mucho. Me encantara darte un abrazo en persona, olé y olé , no te digo esto por ego , te lo digo por que me has hecho simplemente feliz 👏👏👏👏🌹🌹🌹
Comentarios así hacen que a uno le entren ganas de seguir leyendo y escribiendo. Encantado de poder darte ese abrazo algún día. Y gracias a tí por enseñarnos tantas y tantas cosas