Dicen que cuando una chica está embarazada, ve muchas más chicas embarazadas que cuando no lo está. Del mismo modo, cuando nos interesamos por un tema, parece que todo lo que nos rodea se vuelve hacia ese tema. Y es lo que me ha pasado a mí con el libro de Cipri Quintas @cipriquintas que comentábamos en el pasado artículo. Ha sido empezar a leerlo y oye, todo alrededor tenía algo que ver con el libro, algunas cosas con mucho sentido y otras por pura casualidad. Dejadme que os las cuente.
Entrevistas, podcasts y resúmenes del libro.
Sin duda esto es lo más normal del mundo. Cuando estás leyendo un libro recientemente publicado y de bastante éxito, es lógico que encuentres muchas referencias del mismo, que para algo se estará haciendo la promoción del mismo, ¿no? De hecho, no me sorprendió encontrármelo en las páginas de «El Mundo» hablando del libro, de su vida y de su pasión por los abrazos. Ni en las referencias de varios blogs como el de «Libros de Management» (de hecho, creo que fue este artículo el que me llevó a comprarme este libro. Y tampoco me extraño encontrármelo en algún podcast. Os recomiendo que escuchéis el siguiente podcast de VictorMartin @vmdeluxe en el que podemos escuchar la conversación que el autor de «Desata tu éxito» (libro que leí pero que no desmenucé en su día y que me lo añado a los pendientes) mantiene con Cipri. La verdad es que es un gran resumen de la esencia del libro. Una maravilla que me acompañó un par de mañanas al trabajo y aquí las gracias hay que repartirlas «a pachas» entre los dos.
Un e-mail con el mismo formato.
Resulta que en la lectura del libro, Cipri muestra el siguiente «minitruco» con el correo electrónico:
«Presenta a personas por correo electrónico. Antes hemos visto un ejemplo. Aquí tienes otro más sencillo: «Fulanita, tienes que conocer a Menganito, al que pongo en copia, que es un excelente profesional y con el que estoy seguro de que encontrarás puntos en común y blablablá».»
Nunca he escrito un mail de este tipo y nunca lo he recibido… o mejor dicho, «había». Casualmente, en los días en los que estaba leyendo el libro me llegó un correo en el que un amigo, que me ayudó para comenzar a dar clases y sesiones en una escuela de negocios de Madrid me ponía en contacto con el Director de uno de los programas para ver en que nuevas formas podemos colaborar. En ello estamos, pero os aseguro que si no lo hubiera leído en el libro ni me hubiera creído que esta puede llegar a ser una práctica habitual. Tomo nota y me propongo utilizarla en el futuro.
Una cita de una novela.
Uno no sólo lee libros «de trabajo» sino que también se entretiene leyendo novelas (mucha novela negra) y lo voy haciendo a la par. El hecho es que estaba leyendo «Deudas del frío» segunda entrega de una trilogía de Susana Rodríguez Lezaun @SusanaRLezaun que está sita en Pamplona (casualidad 1) y se basa en la investigación del asesinato del máximo dirigente de un Banco (casualidad 2, por lo del banco, no por lo del asesinato, que yo no he matado a nadie) y en ella me encuentro la siguiente frase (casualidad 3) que me hizo reír y reflexionar a partes iguales. Los investigadores han iniciado sus pesquisas en las oficinas de la entidad y señalan:
«El resto de las entrevistas no hicieron sino corroborar lo que ya sabían : que se habían metido en un nido de víboras en el que todo el mundo parecía dispuesto a morder a su rival. … la lucha es permanente , y que las zancadillas son una constante en este mundillo.»
La verdad es que se me saltó la risa porque aunque si es cierto que yo he visto ese comportamiento del nido de víboras alguna vez, no ha sido la tónica común en estos años en la entidad en la que trabajo. Pero igual de cierto es que no es nada nuevo en el mundo laboral (no sólo en la banca) y aunque sean comportamientos extraordinarios, están totalmente enfrentados a las ideas del libro de Cipri.
Acabando.
Este artículo es simplemente una reflexión acerca del libro que leí y de como nos podemos encontrar ejemplos de las lecturas en nuestra vida real mientras vamos consumiendo las páginas del mismo. Supongo que os ha pasado a vosotros también.
Seguiremos leyendo y viviendo, no sin antes aplicarnos una de las máximas del libro de Cipri: Gracias a los que escribís estos libros que tanto nos acompañan cada día, os aseguro que sois parte muy importante de nuestras vidas.
Millones de gracias. Me ha encantado. Te mando un abrazo grande y GRACIAS GRACIAS GRACIAS
Gracias!!!